Soy una estudiante universitaria y me gustaría dedicarme a la enseñanza en un futuro; para ello, necesito costearme mis estudios. Y qué mejor manera que implicándome en enseñar. Creo firmemente que esta es una práctica muy fructífera donde tanto yo como la otra persona aprendemos activamente, y además, compartimos un espacio agradable. Es indispensable ajustarse al alumno y a su forma de aprender para una buena transmisión de los conocimientos. ¡Ante todo escuchar y comprender al otro! Mis clases van hacia personas con un nivel de Bachillerato o inferior. Las clases y la disposición de horas son flexibles, siempre a merced de la disponibilidad de ambos.