Es un profesor de guitarra especial. A él le debo que a mis 51 años pueda disfrutar de este maravilloso instrumento e incluso haber superado una prueba para entrar a formar parte de un grupo de rock tal y como era mi sueño.
Tengo que decir que a lo largo de mi vida lo intenté en tres ocasiones con otros profesores pero ninguno me motivò y tuvo tanta paciencia conmigo cuando algo no me salía. Creo que esas son las grandes virtudes de Manuel. Tacto, sensibilidad, paciencia, empatía y por supuesto gran capacidad para transmitir sus amplios conocimientos.La làstima es no haberlo encontrado antes.