Manuela

Siempre me he movido entre distintos idiomas, como traductora y como apasionada de la literatura.
Empecé a dar clases de ELE porque me lo pidieron.
Al principio, no entendía qué generaba eso. Con el tiempo y las clases lo fui descubriendo.
Soy alguien que ama ayudar a las personas a expresarse.
Además, me encanta enseñar y adaptar el método a las necesidades y gustos de cada persona.
Es muy fácil sentirse en confianza conmigo ya que no juzgo ni doy nada por sentado.
Logro que se aprenda desde el disfrute y la curiosidad, lo cual hace que el aprendizaje no suceda solo en la clase.
Prefiero las clases breves e intensas. El entusiasmo de quien quiere aprender resulta clave, por supuesto.
Acompaño a cada estudiante con podcasts, libros y otros elementos vinculados a sus motivaciones.
Trabajo con libros clásicos para seguir una estructura y poder cumplir metas concretas.
Sobre esa base, busco compartir mi pasión por la lengua e infundir confianza en mis estudiantes.

Como profe, doy lo mejor de mí. Espero lo mismo de mis estudiantes. Creo en el trabajo y en la disciplina porque sé que da sus frutos. Me aseguro de generar un ambiente de disfrute en el que cada estudiante pueda vivir la clase como un momento placentero. Sé que disfrutando sacamos lo mejor de nosotros y que, si no le ponemos un poco de color, la gramática y las reglas pueden resultar un poquito más difíciles que lo que ya son.

Adoro conversar y como persona que lee muchísimo, conmigo aprenderás vocabulario y conocerás tu propia manera de comunicarte y mejorar.
Lo que más me motiva es cuando cada estudiante encuentra su propia manera de aprender y empieza a jugar con su aprendizaje incluso fuera de la clase. Trabajo para que se genere esa independencia ya que aprender una lengua es aprender independencia.