Siento que la motivación de la persona es lo más importante; hacerle sentir capaz de cumplir sus objetivos y que ella misma vaya descubriendo con el apoyo y su propia iniciativa que cualquier fin, con esfuerzo y una buena actitud, es posible.
Existirá el espacio de preguntar, dudar, errar; porque esas son las premisas que forman a las grandes mentes profesionales.
Existirá la comprensión, la es...
Siento que la motivación de la persona es lo más importante; hacerle sentir capaz de cumplir sus objetivos y que ella misma vaya descubriendo con el apoyo y su propia iniciativa que cualquier fin, con esfuerzo y una buena actitud, es posible.
Existirá el espacio de preguntar, dudar, errar; porque esas son las premisas que forman a las grandes mentes profesionales.
Existirá la comprensión, la escucha, el aliento, la motivación, el refuerzo positivo; porque esas son las premisas que forman una gran persona.
En estos años he visto crecer a grandes jovenes con grandes mentes y capacidades, que en su momento creyeron que ciertas dificultades los detendrían; que no eran lo suficientemente hábiles, buenos, listos.
Esos jovenes llevan consigo conocimientos, pero les pude acompañar en el camino hasta conseguir algo más grande que eso: Confianza en sí mismos. Eso no se iría, ni aún después de nuestra última sesión; pues entendían que la dificultad ya no era más un rival para su potencial, para alcanzar el éxito.
La enseñanza que imparto no es de manual, se basa en auto descubrirse en cada tema, desprendernos del sentir que el estudio o el aprendizaje son armas, que el salón es la guerra.
Empezar a hacer de ver que aquello que sabemos es parte de nosotros mismos y que nos hace más grandes, más hermosos, más conscientes, más valiosos en el mundo en el que vivimos, es precisamente lo que se requiere para hacer de las nuevas generaciones un futuro próspero y feliz.
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