María es mucho más que una profesora, no se limita a enseñarte a tocar el piano, hace que la música forme parte de tu vida, te ayude, te acompañe. Con una vocación infinita, una gran paciencia y rebosando cariño hace que grandes y pequeños vean cumplidos sus sueños, y consigan introducirse en en este maravilloso mundo. Porque, además de ser la mejor pianista de la escuela, su objetivo no es brillar, si no hacer brillar a los demás, algo que consigue día a día. En casa tanto mis dos hijas como yo somos alumnas suyas y, como, me comentó mi hija mayor la semana pasada, "mamá, tenemos la mejor profesora del mundo". "Si, cariño, María es la mejor".