María Moracia Calleja

Siempre es mucho más lo que se ignora que lo que se sabe. Por eso es sumamente necesario conocer qué es lo que cada uno sabe, acotar el espacio de conocimiento. Dicen que un periodista es aquel que escribe de todo y no sabe de nada. No estoy de acuerdo en absoluto. Soy licenciada en Periodismo y, aunque solo ejercí durante un año en una pequeña radio de Vitoria, creo que sé algunas cosas.

Me desenvuelvo en inglés y dispongo del título de nivel intermedio B1 por la Escuela Oficial de Idiomas. El francés se me da algo mejor, quizás porque lo adoro; dispongo de titulación de nivel avanzado B2. El español y su enseñanza son otros de mis puntos fuertes, por eso actualmente estudio el grado de Lengua y Literatura españolas por la UNED. Siempre he tenido esa especie de complejo corrector de editora de textos. Sencillamente no puedo evitarlo.

Disfruto compartiendo con otros mi conocimiento; pasando el testigo. Por eso me dedico a dar clases particulares, a ayudar a otros a conseguir alcanzar esas metas que yo ya crucé hace tiempo. Y nos va bien: a ellos y a mí. La docencia es, quizá después de los gestos altruistas, lo más gratificante que he encontrado hasta ahora.

En concreto, la enseñanza de idiomas es lo que me apasiona. Enseñar a comunicar, ese quiero que sea mi cometido. Enseñar a otros a contar historias, buenas historias.
La comunicación, las redes sociales y todo el entramado son otros de los campos en los que me considero solvente. También puedo aportar algo en ese sentido.

Incluso antes de dar sus primeros pasos, el ser humano siente la necesidad de comunicarse, de expresar lo que siente. Así, el aprendizaje y dominio de una lengua se convierten en las principales herramientas para la comunicación (una de las funciones vitales).

Hablar y escribir correctamente –en castellano, inglés o francés- es la meta que puedo ayudar a cruzar a otros. Uno aprende también a horrorizarse ante un texto salpicado de faltas de ortografía. Uno aprende a corregirse a sí mismo, en la vida como en la lengua.