Llevo dos años dando clases particulares a niños de primaria, secundaria y bachillerato. Normalmente el proceso habitual es un primer día base, para ver las flaquezas, el método de estudio que siguen y ver sobre todo si hay carencias en las bases previas, es decir, si se tienen o no asimilados los conceptos básicos de cursos anteriores, y ya a raíz de éste primer día, se comienzan las clases part...
Llevo dos años dando clases particulares a niños de primaria, secundaria y bachillerato. Normalmente el proceso habitual es un primer día base, para ver las flaquezas, el método de estudio que siguen y ver sobre todo si hay carencias en las bases previas, es decir, si se tienen o no asimilados los conceptos básicos de cursos anteriores, y ya a raíz de éste primer día, se comienzan las clases partiendo del nivel que el alumno necesita.
Si algo he comprobado en estos dos años, es que todo alumno que afirma odiar las matemáticas, es porque no logra comprenderlas, porque tiene carencias en las bases y se le hace muy cuesta arriba avanzar, pero con mi ayuda y su esfuerzo, siempre han salido hacia delante.
Estudio magisterio en educación primaria y esto me ayuda a comprender mejor a mis alumnos y ayudarlos de la mejor manera posible, enseñándoles nuevas técnicas de estudio (porque sí, ese es a veces el único problema que tienen), haciéndolos sentirse válidos y que pueden con todo lo que se propongan, si se esfuerzan.
Las clases, en el caso de ser online, suelo trabajar con una plataforma llamada good notes donde el alumno puede ver todos los pasos que sigo mientras hablo, lo cual hace que les sea más fácil seguirme y puedan preguntar cualquier duda, además de poder guardar en pdf todo lo que hayamos trabajado en clase y así poder repasar de manera más eficaz ellos solos. Y de igual manera si la clase es presencial el alumno puede irse a casa con los apuntes que hayamos hecho durante la clase.
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