Hey, hola, what's up in the hood, me llamo Mario y soy músico.
Prefiero usar esa denominación, que hace alusión al fin definitivo, o sea, crear música, que la habitual en la que se une a la persona con el conocimiento (sea al nivel que sea) de la técnica de un instrumento, porque esto último no es más que un medio para obtener el fin que, como decía, era crear música.
Y es que, el dominio técni...
Hey, hola, what's up in the hood, me llamo Mario y soy músico.
Prefiero usar esa denominación, que hace alusión al fin definitivo, o sea, crear música, que la habitual en la que se une a la persona con el conocimiento (sea al nivel que sea) de la técnica de un instrumento, porque esto último no es más que un medio para obtener el fin que, como decía, era crear música.
Y es que, el dominio técnico de un instrumento no es nada si no va acompañado de una expresividad que sea coherente con la persona que realiza dicha expresión. Además, la técnica en sí misma es peligrosa porque genera, por todo lo dicho, usos que son vacíos y en cierto modo adictivos (el cerebro disfruta con la coordinación) para el que los ejecuta.
Así que, dicho todo esto, y desde mi punto de vista, la mejor manera de aprender es creando desde el principio, o sea, practicando técnicas (que por supuesto son necesarias, no digo lo contrario) pero, muy importante, haciendo consciente el hecho de que estas son dirigidas por el gusto estético y maneras de cada uno, más que por la mimetización a pie juntillas de lo que hizo otro/a. Obviamente esto no quiere decir que no se pueda beber de las influencias que cada uno tiene, sería absurdo pensar eso, pero estas han de ser digeridas e interiorizadas y no, como decía, mimetizadas.
Entonces, respecto a la metodología, no existe una fija ya que esta ha de variar en función del alumno. Eso sí, siempre irá enfocada a explicar conceptos que asienten una base de calidad para un desarrollo óptimo.
Hasta ahorita, pues!
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