Tradicionalmente, en música la práctica y la teoria se enseñan por separado. La teoría se enseña de forma arbitraria y abstracta, como algo que memorizar, que "es así y punto", y la práctica se enseña como ejercicios de gimnástica y repetición.
Ésa es la peor forma, a mi parecer, de aprender. Me explico:
La música es práctica. Si aprendemos la teoría desconectada de la práctica, ¿cómo entenderem...
Tradicionalmente, en música la práctica y la teoria se enseñan por separado. La teoría se enseña de forma arbitraria y abstracta, como algo que memorizar, que "es así y punto", y la práctica se enseña como ejercicios de gimnástica y repetición.
Ésa es la peor forma, a mi parecer, de aprender. Me explico:
La música es práctica. Si aprendemos la teoría desconectada de la práctica, ¿cómo entenderemos lo que está sonando?.
Creo que se aprende mejor tocando, disfrutando, dando rienda suelta a la curiosidad e intuición. Una vez la llama prende, se puede canalizar ésa energía hacia los ejercicios más eficientes, que nos darán más libertad, y cuando las dudas surgen naturalmente, entonces viene la teoría.
La teoría es genial (¡yo la adoro!) pero nunca debe ir por delante de la práctica. La teoría siempre es un intento de entender por qué la práctica funciona. Nada más.
Desde la física del sonido hasta contextos culturales, las "reglas" que hay en la teoría no son "porque sí"... ¡tienen sus razones! Y descubrirlas es apasionante cuando venimos desde la curiosidad.
Si en el pasado te has enfrentado a nociones confusas y reglas injustificadas... ejercicios abstractos y presiones que no te dejaban disfrutar de tu instrumento... o si todavía no has empezado y prefieres ahorrarte todo eso...
En general, si crees que tiene sentido aprender música haciendo música... me encantará ser tu profesor.
Sobre mi: Toco la guitarra, el saxo, la voz, el piano y el bajo en distintos proyectos musicales. Me encanta cuando mis alumnos entienden el porqué de un concepto teórico que parecía indescifrable o consiguen rasgar su primer acorde y veo en ellos el sentimiento de empoderarse con la música y sentirse libre a través de ella.
Soy de los que piensa que en el fondo, no es el profesor que enseña, sino que es el alumno el que aprende, y lo único que puede y debe hacer el profesor es adaptarse a cada situación y darle las pistas a cada alumno para que pueda encajar las piezas y hacer su propio "eureka".
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