Martín

La historia, o en general las ciencias sociales pueden resultar muy aburridas. A veces, incluso la gente diría difíciles de tragar, porque suelen sentirse como datos inconexos, fechas importantes pero irrelevantes. Sin embargo, pueden ser otra cosa, pueden ser entretenidas y divertidas si se cuentan como anécdotas, como los cuentos e historias que nos contaban cuando éramos niños y niñas.

Las pequeñas historias, y los mitos que se generan son lo que nos lleva a las grandes fechas y los grandes acontecimientos. La revolución francesa no se da sin que exista una asamblea que duró varios días, lo cual lleva a la creación de lo que hoy conocemos como izquierda o derecha. La Revolución Industrial existe, pero no sin que hubiera una resistencia que puso artefactos explosivos en los grandes telares intentando frenar el progreso. Y así con todo, los grandes eventos no son más que la suma de pequeñas experiencias que empujaron a que sucedan grandes cambios en la historia de la humanidad.

Imagínate una clase en la que en vez de sentarnos y que te enseñe con grandes fechas y eventos, sino en las que realmente te haga interesarte por lo que pasó. En que te permitas descubrir que tus gustos a día de hoy, existen por cosas que pasaron hace cientos de años. En como tu realidad está construida por eventos que en su momento parecían insignificantes pero que hicieron un efecto mariposa que terminó en la sociedad tal y como la conocemos.

Existen varias versiones de un mundo que pudo ser y nunca fue, de historias y eventos que si hubieran sido solo un poco distintos, nuestro mundo sería distinto.