Primero necesito saber las necesidades del alumno para establecer juntos un plan de acción. Lo mejor es siempre variar la clase: conversación, aspectos gramaticales a tener en cuenta, pronunciación, ejercicios etc. Hay muchas teorías sobre el aprendizaje de un idioma extranjero y cada uno tiene que encontrar su método. Las nuevas tecnologías creo que han llegado a ser imprescindibles para ampliar...
Primero necesito saber las necesidades del alumno para establecer juntos un plan de acción. Lo mejor es siempre variar la clase: conversación, aspectos gramaticales a tener en cuenta, pronunciación, ejercicios etc. Hay muchas teorías sobre el aprendizaje de un idioma extranjero y cada uno tiene que encontrar su método. Las nuevas tecnologías creo que han llegado a ser imprescindibles para ampliar los conocimientos lingüísticos de cada uno: noticias, películas, canciones son sin lugar a dudas un complemento necesario a los tradicionales manuales que muchas veces están un poco desligados de la realidad lingüística de un país que en el caso del italiano evoluciona muy rápido por ser un idioma relativamente joven. Esto en general. Luego entran en juego las exigencias particulares y profesionales. Me encontré con alumnos que por motivos profesionales necesitaban reforzar el aspecto conversacional o escrito del idioma. Asimismo futuros estudiantes de Erasmus que en cambio necesitaban un enfoque más global de la llengua tanto para poderse defender en su día a día en Italia, como para poder seguir una clase en italiano y poder dar exámenes universitarios en dicho idioma. Otro factor a tener en cuenta es el nivel cultural del alumno para poder modular el lenguaje del formador. A veces di con alumnos que no conocían los aspectos gramaticales básicos en su propia lengua materna. En estos casos suelo hacer un repaso rápido para que les suenen y sepan de qué estamos hablando. Por último la empatía y la confianza son esenciales para conseguir un buen resultado.
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