Ante todo, creo que lo más importante es adaptarse a las necesidades y el ritmo de aprendizaje del alumno. En mis clases, me centro en dar seguridad a los alumnos para que pierdan el miedo a cometer errores, sea cual sea su nivel, y en intentar que el alumno disfrute de las clases.
En mi experiencia dando clases de inglés, existen tres tipos de alumnos: los que quieren prepararse algo (un examen...
Ante todo, creo que lo más importante es adaptarse a las necesidades y el ritmo de aprendizaje del alumno. En mis clases, me centro en dar seguridad a los alumnos para que pierdan el miedo a cometer errores, sea cual sea su nivel, y en intentar que el alumno disfrute de las clases.
En mi experiencia dando clases de inglés, existen tres tipos de alumnos: los que quieren prepararse algo (un examen oficial o una entrevista de trabajo, por ejemplo), los que buscan mantener su nivel o mejorar mediante la conversación y los que quieren mejorar la gramática.
Si el alumno está preparándose algún examen oficial, suelo empezar las clases con unos minutos de conversación para que el alumno mantenga y mejore su fluidez (aunque esto depende del nivel del alumno, por supuesto) y luego nos adentramos en la temática que estemos viendo: ejercicios exclusivos para prepararnos el examen (speaking, listening, use of English...), simulacros, ejemplos de exámenes reales, etc.
Si el alumno quiere mejorar la fluidez a la hora de hablar o utilizar las clases para mantener su nivel de inglés, solemos comentar fragmentos de vídeos, podcasts, series, artículos de prensa o lo que sea que interese al alumno para que la clase sea lo más amena posible sin perder rigor. Corrijo constantemente al alumno (siempre intentando hacerlo de la manera más amable posible) para pulir detalles e intentar que el alumno tenga el mejor inglés que puede dar. Además, dado que tengo acento nativo, puedo dar consejos para mejorar la pronunciación.
Si lo que el alumno necesita es mejorar la gramática, suelo dividir la clase en dos: en la primera parte corregimos deberes y vemos ejercicios sobre la temática concreta (por ejemplo, la voz pasiva) y hacia el final de la clase intentamos hacer algo que sea un poco más divertido y ligero (por ejemplo, comentar un pequeño fragmento de un vídeo). No obstante, todo depende de lo que quiera el alumno, sus necesidades y su personalidad.
Sin embargo, lo más importante es adaptarse a los objetivos del alumno. Prueba una clase gratis conmigo para conocer mi metodología de primera mano y ver cómo puedo ayudarte.
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