A lo largo de mi paso por primaria, secundaria, y bachillerato he aprendido a adaptarme a las necesidades sin regirme por un orden estricto de estudio el cual implicaba muchas horas, poca motivación y, una vez hecho el examen, olvido por completo. Busco la facilidad a la hora de dar clases, para que el/la alumno/a pueda adquirir una rutina de estudio más cómoda y que no le impida hacer aquello qu...
A lo largo de mi paso por primaria, secundaria, y bachillerato he aprendido a adaptarme a las necesidades sin regirme por un orden estricto de estudio el cual implicaba muchas horas, poca motivación y, una vez hecho el examen, olvido por completo. Busco la facilidad a la hora de dar clases, para que el/la alumno/a pueda adquirir una rutina de estudio más cómoda y que no le impida hacer aquello que le gusta. No todo depende de cómo de rápido pueda o no aprender, más horas no implican mejores resultados, y muchas veces no se enseña algo tan básico como es el mantener la calma en los exámenes. Mi objetivo como profesor particular es llevar todo esto a la práctica para conseguir así una mejoría notable en el/la alumno/a y que por supuesto, dedicando las horas necesarias para un buen aprendizaje, y no rozar límites de saturación, que son bastante frecuentes en muchos alumnos y pueden conllevar una situación de incertidumbre.
Pongo de ejemplo mismo mi paso por el bachiller. He tenido compañeros que han sacado bastante mejores notas que yo en diferentes asignaturas, a las cuales les dedicaban demasiadas horas, y que, a priori, les suponia mejores resultados, pero en exámenes importantes como los de acceso a la universidad, los nervios jugaban una mala pasada y llegaban incluso a suspender, y yo que dedicaba un cuarto de ese tiempo a estudiar, llegaba a tener incluso notas sobresalientes , porque (adjunto una frase que me sirvió mucho): "work smart not hard", que viene a ser: trabaja inteligente, no duro.
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