Mi experiencia como alumno de Miguel ha sido inmejorable.
Lleva ya varios años dándome clases, gracias a lo cual he conseguido mejorar mi nivel de manera continua, y superar mis dificultades iniciales.
Su trato es cercano y afable, derrocha amabilidad y simpatía y siempre tiene una sonrisa en la cara.
Más allá de sus innegables dotes como profesor y de su contrastada experiencia docente, lo que más destacaría es su empatía y su calidad humana.
Además, es muy flexible, y se adapta a las necesidades particulares del alumno, teniendo siempre en mente los objetivos propuestos.
Por todo ello, recomiendo encarecidamente a todo aquel que esté pensando en dar clases de ajedrez que no dude en contactar con Miguel. Sin duda alguna, no quedará defraudado, independientemente del nivel inicial que se tenga.
¡¡¡Repetirás seguro!!!
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