Miriam es súper simpática y amable, y sobra decir que es una máquina de las matemáticas. Da igual cuál sea el ejercicio, cuál sea la duda o el tiempo que eche contigo: ella te escucha y cuando acabas de hablar (contarle cómo fue la clase y cuáles son tus dudas), te lo aclara todo, tiene una forma de explicar con la que se te queda absolutamente todo y con practicar un poco ahí lo tienes! He tenido montones de clases particulares diferentes porque las matemáticas se me daban fatal, y con ella como con ninguna otra persona, ella conecta contigo y encuentra la forma de explicarte las cosas para que tú lo entiendas, se adapta a tu forma de procesar las cosas de una manera impresionante. Yo la elegiría una y mil veces, la verdad, gracias a su ayuda es que hasta me atrevía a salir a la pizarra a hacer ejercicios en clase, cosa que nunca intentaba por miedo a hacerlo mal delante de todos. Es muy amable y comprensiva, siempre te anima a continuar y a no centrarte en los fallos.
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