Nathanael

Desde siempre, he creído que aprender un idioma es mucho más que memorizar reglas o listas de vocabulario: es abrir una puerta hacia otra forma de pensar, sentir y vivir el mundo. Como profesor particular de francés, me gusta adaptar la clase a la persona que tengo delante, porque cada alumno tiene su propio ritmo, sus propias motivaciones, y su manera única de aprender.

¿Cómo trabajo?
Mi enfoque es dinámico, comunicativo y centrado en lo práctico. Utilizo situaciones reales, recursos auténticos (como canciones, artículos, podcasts o vídeos) y creo actividades a medida que mezclan conversación, comprensión, vocabulario y gramática. Me interesa que el alumno hable desde el primer día, sin miedo a equivocarse. Los errores son parte del camino, y los usamos como una oportunidad para aprender.

¿Cómo es una clase conmigo?
Empiezo siempre con una pequeña conversación o repaso del contenido anterior, luego introduzco un nuevo tema (lingüístico o cultural), lo trabajamos juntos con ejercicios orales y escritos, y finalizamos con una actividad práctica que permite aplicar lo aprendido. Cada clase es un paso más hacia una mayor autonomía y confianza en el idioma.

¿Qué me diferencia como profesor?
La empatía y la capacidad de adaptar mi método al alumno. Me gusta crear una relación de confianza, dar espacio a la curiosidad y transmitir el francés como lo vivo: con pasión, matices y ganas de compartir. Hablo varios idiomas, lo que me permite entender mejor los obstáculos que pueden surgir, y ofrecer soluciones claras y concretas.

¿A quién van dirigidas mis clases?
Mis clases se dirigen tanto a principiantes como a personas con nivel intermedio o avanzado, ya sea por motivos personales, profesionales o académicos. Doy clases a adultos, adolescentes y, en algunos casos, también a niños, siempre adaptando el contenido y la metodología a sus necesidades.