Víctor Domingo
★★★★★
Llevo unos 7 meses de clases con Marina, y siento que he aprendido muchísimo. Marina es una profesional excelente a la par que simpatiquísima y muy graciosa. Se esfuerza por hacer las clases divertidas, y lo consigue. Empezar a tocar el violin con 14 años, (como es mi caso) no es muy comun, pero ella me anima y motiva. Marina es una fuente de motivación inagotable y un ejemplo a seguir. Otra cosa a destacar es su inmensa paciencia. Nunca se ha enfadado ni ha puesto una mala cara. Todo lo afronta con una sonrisa. Esto crea una ambiente de trabajo extraordinario. Sus clases son el mejor momento de la semana. Solo puedo darle las graccias por todo; hacerme crecer como violinista, y como persona.
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