Ha sido una experiencia maravillosa, por desgracia no puedo continuar las clases ya que vivo fuera pero realmente merece la pena. Las clases con Nazaret van mucho más allá de aprende a cantar ( o por lo menos del concepto que yo llevaba cuando empecé con ella), son clases dinámicas, dónde se trabaja la respiración, la posición, la música y el arte. A mi me sirvieron como catalizador en muchos aspectos de mi vida que no conocía o que quizá no me atrevía a descubrir... Por supuesto recomiendo totalmente tomar clases con ella, sobre todo de manera individual ya que le permite centrarse en tus necesidades... espero poder retomar las clases con ella muy pronto!