Mis clases presenciales permiten una interacción directa, clave para un aprendizaje efectivo. Disfruto viendo cómo mis alumnos adquieren habilidades en Catalán y ganan confianza en el idioma.
Me encanta la diversidad de mis alumnos, cada uno con motivaciones únicas. Adaptar mi enseñanza a sus necesidades individuales es un desafío que disfruto. Ver el progreso de mis estudiantes, como una que su...
Mis clases presenciales permiten una interacción directa, clave para un aprendizaje efectivo. Disfruto viendo cómo mis alumnos adquieren habilidades en Catalán y ganan confianza en el idioma.
Me encanta la diversidad de mis alumnos, cada uno con motivaciones únicas. Adaptar mi enseñanza a sus necesidades individuales es un desafío que disfruto. Ver el progreso de mis estudiantes, como una que superó sus dudas iniciales para graduarse con excelentes calificaciones, es gratificante.
En resumen, ser profesora de Catalán me ha permitido compartir mi amor por la lengua y la cultura con otros, a pesar de los desafíos.