Me gustan mucho las clases dinámicas, donde la historia no resulte algo aburrido sino algo realmente sorprendente como para mí lo es; ya que es una manera muy guay de poder conocer de dónde venimos y qué es lo que nos permite estar hoy aquí.
Me gusta también mucho que la gente sea consciente de que la gran mayoría de las cosas que vemos con nuestros propios ojos, en la calle; forman parte de la...
Me gustan mucho las clases dinámicas, donde la historia no resulte algo aburrido sino algo realmente sorprendente como para mí lo es; ya que es una manera muy guay de poder conocer de dónde venimos y qué es lo que nos permite estar hoy aquí.
Me gusta también mucho que la gente sea consciente de que la gran mayoría de las cosas que vemos con nuestros propios ojos, en la calle; forman parte de la historia que estudiamos y que muchas veces ni siquiera nos paramos a pensarlo.
La historia es esencia, como toda esencia hay que buscarla, hay que quererla; si eso pasa es muy divertida y muy entretenida. No se basa en aprender cosas de memoria para que en poco tiempo las hayamos olvidado, sino de descubrir cosas que nos dejarán con la boca abierta; imaginar la historia como si se tratase de una peli que estamos viendo en el cine.
No me gusta aprender la historia de memoria como he dicho antes; ni promover eso, ya que eso nunca motivará a nadie a conocerla; me gusta contarla como si de un cuento sé tratase, porque es de la forma que más llega a las personas, y las cuales se acordarán mucho mejor de ese relato que de cualquier pagina que hayan tenido que memorizar; pudiéndola transmitir así de generación en generación.