Gracias al susto que me metió el primer día de clase que pretendió que pronunciase chino como una verdadera nativa, ha conseguido que en ocho meses ya me presente al primer examen de chino (nivel A1). Y, la verdad, con muchas expectativas de aprobarlo.
Además de eso, se adapta a mis horarios cuando puedo, dado que debido a los cambios de la universidad, siempre tengo problemas para poder tener la misma hora de clase cada semana.
Ver más
Ver menos