Rubén Ferreiro Arias

Hoy en día las Matemáticas no gustan a los alumnos. Para acabar con este miedo, es fundamental entablar con el estudiante una buena relación.
Además de las matemáticas, tengo otras pasiones comunes con las que muchos alumnos se identifican: juego al fútbol, toco la guitarra, cine... Esto me permite crear con cada alumno un ambiente de confianza en el que el aprendizaje es mucho más sencillo.
Así, cuando en una clase surgen bromas y momentos de charla ajenos a las mates, el resto del tiempo es más provechoso y los resultados, a corto y largo plazo, son mejores en todos los aspectos.

En cuanto al desarrollo de las clases, los ejercicios son la manera más rápida, eficaz y entretenida de aprender una asignatura...
Las explicaciones teóricas serán breves y directas, con resúmenes y esquemas muy útiles tanto para un primer contacto con el contenido como para un último repaso.
La parte práctica, en cambio, llevará al alumno a pensar por si mismo y a entender la materia, de manera que nunca haya sorpresas en los exámenes. No se pedirá trabajo a mayores, únicamente plena atención en las horas de clase, así se alcanzarán los resultados deseados.

Es un método sencillo y entretenido para ambas partes. Cuando el profesor y el alumno están cómodos, la materia parece más sencilla o, por lo menos, no tan agobiante.

Durante la carrera tuve la oportunidad de aprender con varios alumnos y alumnas de diversos niveles obteniendo muy buenos resultados. Ahora, ya graduado, me gustaría continuar con este trabajo que me apasiona, con el deseo y la intención de trasladarle esa pasión a mis alumnos.

Si estás interesado, no dudes en contactar por WhatsApp o por la plataforma que prefieras. Muchas gracias!