La mayoría de los cursos y sistemas ofertados para el aprendizaje de un idioma se basan en métodos tradicionales y caducos, que se centran en la transmisión de conocimientos teóricos: gramática, teoría, fichas de ejercicios, dictados, etc., sin tener en cuenta el lado dinámico de todo idioma.
En mi opinión, un idioma es un canal de comunicación, una herramienta para hacerse entender y co...
La mayoría de los cursos y sistemas ofertados para el aprendizaje de un idioma se basan en métodos tradicionales y caducos, que se centran en la transmisión de conocimientos teóricos: gramática, teoría, fichas de ejercicios, dictados, etc., sin tener en cuenta el lado dinámico de todo idioma.
En mi opinión, un idioma es un canal de comunicación, una herramienta para hacerse entender y compartir contenidos (profesionales y/ o personales) con otras personas.
Del mismo modo que un recién nacido o un niño de corta edad no son sometidos a la enseñanza del idioma de su entorno mediante sesiones informativas sobre el lenguaje, tampoco un adulto debería estar obligado a un método de aprendizaje tedioso y poco efectivo, que acabe por anular su interés y gusto por comunicarse con su entorno.
Es innegable, que la teoría y la gramática de un idioma son herramientas imprescindibles para abordar un nuevo lenguaje; pero yo estoy convencida que este aspecto debe ir acompañado de otros métodos de aproximación y apropiación de los contenidos.
Tras varios de años de experiencia como profesora de alemán e inglés, confío en un método personal, basado en el placer y en la motivación positiva; una manera, que haga disfrutar al alumno de su proceso de aprendizaje. Mediante herramientas audiovisuales y ejercicios dinámicos en pareja o en grupo, los alumnos serán capaces de aprender alemán a través de un proceso divertido.
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