Agradecido eternamente a esta mujer.
Sara ha sido en mi experiencia una profesora buenísima, que ha sabido combinar a la perfección empatía con disciplina.
Con mucha paciencia y dedicación me cambió por completo la manera de tocar el piano, partiendo de la relajación absoluta y me enseñó la importancia de escucharse y observarse en todo momento, lo que me ha permitido con el tiempo ser autónomo e independiente para poder abarcar cualquier tipo de repertorio. De todos modos lo que más brilla en ella no es su profesionalidad sino su persona, lo cual es impresdincible para mí en un proceso de aprendizaje con un profesor.
Cualquier persona con estas cualidades proyecta vocación, que es lo más importante en los términos de la enseñanza.
Gracias Sara.
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Madrid Capital
