De pequeño tuve la suerte de poder viajar por Europa en autocaravana con mi familia. Me acuerdo de que cada vez que visitamos un pueblo o una ciudad, yo siempre preguntaba por un museo de la Segunda Guerra Mundial. Me impresionaba el hecho de que una guerra de tal magnitud fuese real, parecía de película o de un videojuego. Cuando crecí y llegué al instituto, tuve un profesor y una profesora que...
De pequeño tuve la suerte de poder viajar por Europa en autocaravana con mi familia. Me acuerdo de que cada vez que visitamos un pueblo o una ciudad, yo siempre preguntaba por un museo de la Segunda Guerra Mundial. Me impresionaba el hecho de que una guerra de tal magnitud fuese real, parecía de película o de un videojuego. Cuando crecí y llegué al instituto, tuve un profesor y una profesora que se les notaba que no les gustaba la Historia. Me acuerdo perfectamente de las clases de la profesora, eran siempre iguales. Leíamos el apartado que tocaba ese día, ella releía el texto que teníamos que subrayar, y luego hacíamos los 2 o 3 ejercicios que estaban en la parte inferior. Con esta monotonía, mi amor por la historia se fue, y mis intereses se centraron más en la ciencia y los videojuegos. Cuando pasé a Bachillerato, no sabía muy bien qué hacer, sabía que para ciencias no iría, así que decidí seguir el camino de los videojuegos. Pero entonces, tuve a mi profesor de historia, se le notaba que le gustaba la asignatura, sus clases eran a primera hora, de 8 a 9, una de estas caía en lunes, la peor de la semana para un estudiante. Pues bien, a mí estas clases se me pasaban volando, me encantaba escucharlo hablar de historia. Por este motivo, y después de unos intentos fallidos de otros estudios, me decliné por la Historia, y estoy agradecido de haberlo hecho.
Gracias a ese profesor, que por cierto él ya sabe que he estudiado Historia por él, he revivido una de mis pasiones de pequeño. Con este máster quiero poder formarme como un buen docente y hacer que mis alumnos aprecien la belleza de la Historia. Quiero alejarme del modelo de enseñanza de mi profesora de instituto y centrarme en el de Bachillerato, quiero enamorar aunque sea un solo alumno de la Historia tanto como lo estoy yo.
Considero el poder formarme en su universidad un paso importante, una
herramienta muy valiosa, para poder lograr ser profesor y poder ayudar a formar a las futuras generaciones. Poder enseñarles la importancia de la Historia y porqué debemos de trabajar para evitar que se repita. Considero que tengo varias habilidades que me ayudarán en mi labor educativa. Una de ellas es la empatía, una característica clave para el profesorado. El poder entender a los alumnos, adaptarse a ellos, facilitará en gran medida la comunicación y, por ende, el aprendizaje. La paciencia considero que es otra de las claves del profesorado, poder dedicar el tiempo necesario al alumnado para asumir los conocimientos necesarios y así ayudar en su formación.
Gracias a estas habilidades y a mi experiencia, considero que puedo llegar a ser un gran profesor. Pienso que puedo ayudar a muchos jóvenes aprender i formarse para su futuro, y para conseguir esta meta aún necesito seguir formándome.
En el curso 2022 y 2023 he podido poner a prueba mis aptitudes como docente en mi participación en el Grup de Teatre Ganyotes, cuando tenía que enseñar a los usuarios las escenas de la función. Al ser personas con diversidad funcional tenía que poner un extra de atención y paciencia en mis explicaciones para que fuesen claras y concisas. Ha sido un gran primer paso ayudándome en mi formación de docente y en mi desarrollo personal.
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