Me gustaría enseñaros igual que me enseñaron a mí. Yo empecé aprendiendo los ritmos más básicos. Cuando empezaba a tocarlos bien, mi profesor me ponía canciones conocidas, de las que a todo el mundo le gustan, y en esa canción, el bateria tocaba el ritmo que yo había aprendido. Así cuando veía que sabía tocar canciones súper conocidas, me motivaba y quería aprender más.
Poco a poco íbamos compl...
Me gustaría enseñaros igual que me enseñaron a mí. Yo empecé aprendiendo los ritmos más básicos. Cuando empezaba a tocarlos bien, mi profesor me ponía canciones conocidas, de las que a todo el mundo le gustan, y en esa canción, el bateria tocaba el ritmo que yo había aprendido. Así cuando veía que sabía tocar canciones súper conocidas, me motivaba y quería aprender más.
Poco a poco íbamos complicando las canciones, tocando el tipo de música que a mi me gustaba, pero también es cuando me empezaba a liar bastante. Pero me daba igual, tocando lo que me gustaba me motivaba también muchísimo y le ponía mucho empeño, que es lo esencial para aprender.
Había veces que para aprender a tocar un pequeño trozo de la canción, como si solo fuera de 10 segundos, me podía pegar un cuarto de hora tranquilamente intentando sacarlo. O para sacarme una canción, también podía tardar días, pero os aseguro que me quedaba muy satisfecho.
Después de varias canciones aprendidas, empecé a tocar todo tipo de música, rápida, lenta, pop, punk, rock, ska... Cuando empezaba a dominar casi todos los ritmos y a saber tocar prácticamente todas las canciones, me entraban ganas de aprender y dominar todo, y en ese momento es cuándo entra el mejorar la manera de tocar, la técnica, no solamente tocar los ritmos a tiempo, sino meter detalles y que suene muy bonito.
Ver más
Ver menos