Durante mi formación e investigación de doctorado en bienestar animal como veterinaria de profesión, así como la experiencia que desarrollé en campo como consultora, me enfrentaba a un reto diario: ¿Cómo conseguir que el empresario-ganadero implementara rutinariamente pautas de manejo que favorecieran el bienestar animal?
Por un lado descubrí que, como todo empresario en LA ERA DE LAS EMOCIONES,...
Durante mi formación e investigación de doctorado en bienestar animal como veterinaria de profesión, así como la experiencia que desarrollé en campo como consultora, me enfrentaba a un reto diario: ¿Cómo conseguir que el empresario-ganadero implementara rutinariamente pautas de manejo que favorecieran el bienestar animal?
Por un lado descubrí que, como todo empresario en LA ERA DE LAS EMOCIONES, tenían dificultades para encontrar personal y que se mantuviera en plantilla, por lo que decidí especializarme en RR.HH. A raíz de gestionar personal fui entendiendo la desnaturalización del ser humano.
Y, por otra parte, descubrí que mi labor de asesoramiento planteaba un nuevo reto ¡conseguir el BIENESTAR EMOCIONAL y SALUD MENTAL de los trabajadores! ¿Por qué? Porque las personas a las que me dirigía carecían de bienestar personal como para entender y aplicar mis recomendaciones. Sin esto, toda mi labor técnica como veterinaria no resultaba efectiva, con lo que me desarrollé profesionalmente en la escucha activa y comunicación efectiva.
¡Ahora me dedico a las personas!
Para impartir mis talleres siempre me pongo en la posición de receptor, y recuerdo las veces que asistí a conferencias, cursos, charlas, etc. en los que me dormía, ¡la mayoría! por eso evito hacer todo lo que usualmente hacen los oradores. Me comporto como una alumna más, integrándome con el grupo o la persona en cuestión. Trabajamos juntos por medio de casos prácticos y ejercicios, de forma que el receptor experimente el descubrimiento de sí mismo, su desarrollo emocional y crecimiento personal.
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