La pandemia, sin duda, trajo consigo cambios radicales en todos los ámbitos de nuestras vidas. Uno de ellos fue la educación, que se vio obligada a reinventarse y migrar a la virtualidad. En mi caso, esta transición significó el inicio de una aventura inesperada: la enseñanza online.
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De las clases presenciales a las clases online
Al principio, no era muy optimista. Temía que la falta de contacto físico con mis alumnos afectara negativamente el proceso de aprendizaje. Sin embargo, mis dudas se disiparon rápidamente. Desde la primera clase online, me di cuenta del enorme potencial que tiene la enseñanza a distancia.
Estudiantes de todo el mundo:
Uno de los aspectos más enriquecedores de esta experiencia ha sido la diversidad de mis alumnos. He tenido el privilegio de enseñar a estudiantes de diferentes edades, provenientes de distintos países y culturas. Esto ha significado un reto constante, pero también una oportunidad invaluable para aprender y crecer.
Un niño prodigio:
Uno de mis casos más memorables fue el de Alex, un niño de 5 años de Siria. Sus padres buscaban que aprendiera inglés de forma intensiva, y los resultados fueron sorprendentes. En tan solo dos semanas, Alex ya era capaz de hablar frases básicas, y en un mes se comunicaba con fluidez. Su entusiasmo y dedicación fueron inspiradores, y me demostraron que no existen límites cuando se trata de aprender. Cabe aclarar que habla Árabe como lengua materna, y Sueco, como segunda lengua, ya que había crecido allí hasta irse a España. Con él trabajamos bastante tiempo, y el vínculo que se formó fue hermoso.
Recursos didácticos y juegos:
Para hacer las clases más amenas y dinámicas, he utilizado una gran variedad de recursos didácticos y juegos. He descubierto que la gamificación es una herramienta poderosa para motivar a los estudiantes y mantener su atención.
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Lazos que trascienden la distancia:
A pesar de la distancia física, he logrado establecer vínculos profundos con mis alumnos. Así como el caso de Alex, he conocido las historias, sueños y desafíos de mis estudiantes. He sido testigo de su crecimiento y he celebrado sus logros.
Enseñanza online: Una nueva pasión:
La enseñanza online ha dejado de ser una simple forma de trabajo para convertirse en una verdadera pasión. He descubierto un mundo de posibilidades y he comprobado que la educación no tiene fronteras, es por eso que sigo trabajando de esta forma, ya que tiene además, un montón de beneficios! Nada mejor que un tiempo extra tomandome un tecito entre clase y clase. (Ese tiempo que me ahorro de no andar viajando al trabajo!)
Recomendaciones para futuros docentes online:
A quienes estén pensando en incursionar en la enseñanza online, les recomiendo:
- Ser pacientes y comprensivos: Enseñar online requiere de paciencia y comprensión. Es importante recordar que los estudiantes se encuentran en un entorno diferente al tradicional y que pueden necesitar más tiempo para adaptarse.
- Utilizar una variedad de recursos didácticos: La gamificación, los videos, las actividades interactivas y otros recursos pueden hacer que las clases sean más dinámicas y atractivas.
- Promover la interacción: Es importante crear un espacio virtual donde los estudiantes se sientan cómodos para participar y compartir sus ideas.
- Ser flexible: La enseñanza online requiere de flexibilidad y adaptabilidad. Es importante estar dispuestos a ajustar las lecciones y los métodos de enseñanza en función de las necesidades de los estudiantes.
En conclusión, la enseñanza online ha sido una experiencia enriquecedora que me ha permitido conocer a personas increíbles y descubrir nuevas formas de enseñar. Estoy segura de que esta modalidad educativa seguirá creciendo en los próximos años, y me siento afortunada de ser parte de ella.