Ayla Sánchez

Mis clases se basan en un aprendizaje activo. Como alumna que he sido toda mi vida sé lo que es sentarse en una clase en la que lo único que se hace es escuchar al profesor. Por ello, evito métodos pasivos de enseñanza y opto por opciones más colaborativas. A través de una combinación de ejercicios tradicionales, material audiovisual y un uso del lenguaje activo a través de la conversación, busco que mis alumnos alcancen el nivel de inglés que ellos deseen.

Al haber cursado todos los años de Cambridge y haberme examinado a todos los niveles conozco las técnicas más apropiadas para cada edad y, en caso de que no funcionen con un alumno en particular, dispongo de otros muchos métodos con los cuales, a través de ensayo y error, daremos en alumno y yo con el que más se ajuste a sus necesidades.

Hoy en día el inglés es algo indispensable pero que no siempre se imparte de manera correcta. Por ello, gracias a mis años como alumna, mi edad, que me permite comprender a los alumnos aún más, y mi pasión por el idioma, conseguiré que mis alumnos salgan de mis clases no sólo con la sensación de que han aprendido algo, sino que también salgan contentos y no se frustren con un idioma tan bonito y necesario como es el inglés. Además, con la flexibilidad que me permite tener la carrera que estoy estudiando dispongo de mucho tiempo para garantizar que mis clases sean las mejores posibles.