Las clases de Gonzalo son un refugio. Un lugar y un momento muy preciado para mí hace más de seis años. Un espacio que él logra crear y en el que me conecto con mi cuerpo, con mi emocionalidad, con mis posibilidades, y con mis limitaciones.
Desde que arranca la clase Gonzalo te atrapa, hace la clase junto con todo el grupo, te hace estar presente todo el tiempo, te invita a jugar, a equivocarte, a percibir más, a conectar más, a expandir todo más, a descubrirte. Son clases intensas que te obligan a estar con toda tu atención y tu intención ahí, y que siempre te devuelven al mundo de una manera mejor.
Es una gran persona y un gran maestro que lo da todo en sus clases y que enseña con el ejemplo.
Deseo de corazón que todo el mundo pueda vivenciar sus clases. No hay edades, no hay estado físico, no hay ningún requerimiento más que las ganas.
Gracias siempre, Gon.
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Gonzalo responde:
Rodo del bien, el corazón a flor piel. Un gran honor ser tu guía en este camino. Muchas gracias por estas hermosas las palabras. Las atesoro y agradezco. Te mando un gran abrazo hermano/amigo/discipulo/maestro.
