Laura Mosquera

Mi primer contacto con el yoga lo tuve a los 15 años de la mano de mi madre, fuimos juntas a una clase, y ese día sentí que en esa práctica había algo que cambiaría mi vida. Estuve practicando Hatha Yoga por un tiempo, hasta que empecé con clases de teatro trabajando el cuerpo desde otro lugar, más tarde ingresé en una escuela de circo, y otra vez sentí el cuerpo como un instrumento, pero no fue hasta que volví practicar yoga que pude conseguir la conexión de cuerpo, mente y espíritu. Desde el 2010 que imparto clases de varios estilos: Hatha, vinyasa, yoga aéreo, adaptándome siempre a lo alumnos, a lo largo de estos años mis alumnas suelen ser mujeres de entre los 25 y 65 años, aunque mi experiencia abarca desde niños hasta personas de 90 años. Mis clases son muy diferentes dependiendo del estilo que imparta y del alumnado que tenga delante.
Dedicando mi tiempo completo a clases de yoga, lo combino con mi profesión: La acrobacia aérea. Tengo el título oficial en Kundalini yoga, certificado por Kundalini Research Institute (KRI).
Mi pasión por el cuerpo me llevó a especializarme además en Pilates, obteniendo el título por la Federación Española de Pilates. He realizado la maestría de Reiki, y numerosos cursos de meditación. Además de las formaciones, con lo que más me he aprendido ha sido con la experiencia de impartir clases, con más de 3000 horas en los diez años que llevo realizando este trabajo que amo. Actualmente, combino mi pasión por enseñar con actuaciones de acrobacia aérea. Y sigo practicando ashtanga yoga, uno de los yogas más exigentes, pero a la vez más agradecidos que he encontrado. “Práctica que todo vendrá” una frase de Pattabhi Jois, que resume perfectamente mi vida.