¿Deberías elegir una clase de inglés con profesores nativos?

Si estás buscando clases de inglés para tus hijos (o incluso para ti mismo, porque aprender nunca está de más), probablemente te has topado con la eterna duda: ¿Es mejor un profesor de inglés nativo? ¿De verdad hace una diferencia? Bueno, aquí te doy una respuesta rápida: depende. Sí, lo sé, suena a que te dejé en las mismas, pero déjame explicarte bien.

Encuentra tu profesor ideal

Porque no se trata solo de tener un profesor que hable inglés desde la cuna, sino de entender si eso va a ser lo que necesitas para aprender, practicar y, claro, motivar a tu peque (o a ti mismo) a no huirle al inglés. Vamos a verlo en detalle para que tengas claro lo bueno, lo malo y lo inesperado de tener un profesor nativo.

Ventajas de un profesor nativo en inglés

  1. Pronunciación perfecta (o casi)
    Nadie pronuncia mejor en inglés que alguien que lo ha hablado toda su vida. Un profesor nativo va a pronunciar con facilidad y fluidez, y tu hijo (o tú) escuchará el inglés real desde el primer día. Esto puede ser de gran ayuda para evitar los típicos “tics” de acento que a veces aparecen cuando aprendemos un idioma de alguien que no es nativo. Así que, si tu objetivo es tener un inglés que suene casi como el de un actor de película, un profe nativo puede ser una buena apuesta.

  2. Expresiones y cultura
    Lo cierto es que el inglés no es solo un idioma; es una cultura, una forma de expresarse. Y aquí los profesores nativos tienen la ventaja de conocer esas expresiones que no suelen salir en los libros de texto. ¿Cuántas veces hemos visto frases en películas o series que nos dejan pensando “¿eso qué significa?”? Con un nativo, no solo aprendes a hablar, sino a hablar como si fueras de allá. Y no es un detalle menor, porque para entender un idioma completamente, el contexto cultural importa, y mucho.

  3. Confianza y fluidez
    Otra ventaja de tener un profesor nativo es que te empuja a salir de tu zona de confort. Al principio puede ser intimidante (sí, que no te sorprenda si a tu hijo le da un poco de vergüenza en las primeras clases), pero cuanto antes te acostumbras, más rápido empiezas a soltarte. Es como lanzarte al agua sin flotador: aprendes porque no tienes opción. Al principio puede costar, pero la recompensa es grande, porque la confianza y la soltura con el idioma se desarrollan más rápido.

Desventajas de un profesor nativo

  1. Dificultad para explicar la gramática
    Aquí va una verdad que quizá te sorprenda: no todos los nativos saben explicar su idioma. Esto ocurre porque muchas veces lo usan sin pensar en las reglas que lo estructuran. Cuando tienes dudas sobre la diferencia entre el “past simple” y el “present perfect”, o sobre cuándo demonios usar “for” y “since”, un profesor nativo tal vez no te lo explique de forma tan clara. Los profesores no nativos, en cambio, suelen conocer la gramática al dedillo porque han tenido que estudiarla como tú.

  2. Costo elevado
    Los profesores nativos muchas veces tienen tarifas más altas. Y sí, en teoría estás pagando por un “plus”, pero no siempre ese plus se traduce en mejores resultados. Si tu presupuesto es limitado y te estás planteando entre clases con nativos o clases con no nativos, recuerda que el precio no siempre es sinónimo de calidad. Aquí se trata de ver si realmente ese profesor nativo va a aportar algo que un profesor bilingüe o no nativo no podría.

  3. Falta de empatía en el aprendizaje
    Aprender un idioma nuevo tiene su ciencia, y una de las claves es empatizar con el proceso. Los profesores que han aprendido inglés como segundo idioma suelen comprender las dificultades y los errores más comunes. No es que un profesor nativo no pueda ayudarte, claro, pero alguien que ha pasado por la misma situación puede ofrecerte estrategias para superar los obstáculos. Los nativos, en cambio, pueden pasar más rápidamente por conceptos o dar por hecho algunas cosas, dejando al estudiante un poco perdido.

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¿Entonces, es mejor un profesor nativo?

La respuesta corta es: depende de la situación y del objetivo. Veámoslo en detalle:

  • Si tu hijo (o tú) está en un nivel avanzado y lo que necesita es ganar soltura, pulir el acento y familiarizarse con el inglés auténtico, un profesor nativo puede ser la mejor opción. Aquí se trata de afinar detalles y la experiencia del nativo puede marcar la diferencia.

  • Para estudiantes principiantes o intermedios, un profesor no nativo (siempre que esté bien formado y tenga experiencia) puede ser igual de efectivo, o incluso mejor, sobre todo en la parte de explicar conceptos básicos y resolver dudas gramaticales.

Alternativa mixta: ¡lo mejor de dos mundos!

¿Quieres una idea interesante? Combinar clases. Tener algunas clases con un profesor nativo para familiarizarse con el acento y la fluidez, y otras con un profesor bilingüe para trabajar la gramática. Esto te ofrece lo mejor de cada enfoque, y además es una estrategia que rompe la monotonía, lo cual puede mantener más motivados a los estudiantes.

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Elige a tu profesor de inglés que mejor se adapte a lo que buscas

Elegir entre un profesor nativo o no nativo depende mucho del objetivo final. Si buscas confianza en la gramática y un aprendizaje con soporte en cada paso, los profesores no nativos son una excelente opción. Pero si tu prioridad es un acento de lujo y sumergirte en el inglés como se usa en la vida cotidiana, entonces un profesor nativo puede ser una gran elección. La clave está en definir tus metas y recordar que, al final, un buen profesor es alguien que te motiva, te ayuda a superar tus errores y te hace disfrutar del aprendizaje, sin importar si nació en Londres o en Lima.

Y si decides mezclar clases o probar con ambos, tendrás un enfoque equilibrado y, quién sabe, ¡quizás el inglés te empiece a gustar mucho más!

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